La gripe estacional es una enfermedad respiratoria aguda, muy contagiosa causada por un virus que se transmite de persona a persona, a través de las secreciones respiratorias. Aunque el cuadro gripal es generalmente benigno, puede deteriorar el estado de salud de aquellas personas especialmente susceptibles: mayores de 65 años, personas que conviven en centros o instituciones, sujetos con enfermedades cardiovasculares, respiratorias, metabólicas, renales…
Cada año, entre los meses de noviembre a marzo de forma predominante, se produce una gran actividad del virus de la gripe.
En nuestro Centro, desde el Servicio de Enfermería ofrecemos a toda la población escolar la opción de inmunizarse contra el virus de la gripe estacional, mediante la administración de la vacuna. Al disminuir la incidencia de gripe en el Centro, logramos reducir el absentismo escolar, mejorando además la calidad de vida de nuestros alumnos.
Son muchos los interrogantes que la población, en general, se plantea.
Porque el virus de la gripe tiene una gran capacidad para variar de año a año, siendo necesario actualizar la vacuna cada temporada.
No, ya que se fabrica con fracciones de virus muertos. Además, los efectos no deseados que provoca aparecen en raras ocasiones y suelen ser leves (ej: escozor y dolor en el lugar de punción).
La efectividad de la vacuna es, aproximadamente del 80%; habrá casos en los que la enfermedad se presente aunque lo hará de manera más atenuada. Es importante distinguir entre un proceso gripal y un catarro común.
Fundamentalmente por vía aérea, mediante pequeñas gotas que aparecen al hablar, toser o estornudar una persona que padece este virus.
El comienzo de los síntomas suele ser de manera brusca, con fiebre y escalofríos, acompañados de dolor de cabeza, congestión nasal, malestar general, molestias en la garganta, dolores musculares, pérdida de apetito y tos seca.
Las pautas a seguir son:
“Que la gripe no cambie tus planes; Vacúnate y disfruta del invierno”