ESTILOS DE VIDA SALUDABLES

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, no sólo la ausencia de enfermedades”. Es decir, la noción de bienestar en el ser humano trasciende de lo puramente físico.

Por ello, más que de vida sana, hablaremos de estilo de vida saludable.

Desde la infancia, tanto en la familia como en la escuela, podemos incidir, fomentando en los niños el aprendizaje y puesta en práctica de conductas que les permitan desarrollarse en salud.

Algunos de los aspectos en los que podemos trabajar son:

  • Dieta equilibrada:

La alimentación debe ser suficiente para cubrir nuestras necesidades y mantenernos en un peso óptimo, además de variada y equilibrada en todos los grupo de nutrientes. La Dieta Mediterránea (rica en verduras, frutas y legumbres) es idónea para evitar problemas de sobrepeso y obesidad.

También es importante que mantengamos una hidratación adecuada, mediante la ingesta de agua, que aumentaremos cuando hagamos ejercicio físico y en época de más calor, para compensar los líquidos que perdemos.

  • Ejercicio físico:

Con tan sólo treinta minutos diarios de actividad física (caminar a paso rápido, por ejemplo), fortaleceremos nuestro sistema músculo-esquelético además de nuestro corazón, mejoraremos la respiración y el descanso nocturno, lograremos quemar las calorías sobrantes y mantendremos en niveles aceptables la tensión arterial, el colesterol, y la glucosa.

  • Higiene:

Además de la higiene corporal, que debe ser adecuada para impedir la proliferación de infecciones (dentales, dérmicas…), no debemos olvidar la importancia de higiene del medio en el que no desenvolvemos (domicilio, colegio, trabajo…).

El lavado de manos antes de cada comida y después de visitar el cuarto de baño, la ducha diaria practicando un correcto secado en todo el cuerpo (pliegues, axilas, entre los dedos…), el cepillado dental después de cada comida… son algunas de las medidas que debemos practicar a diario.

  • Productos tóxicos:

Tanto de  forma continuada como puntual, estamos expuestos a sustancias que pueden perjudicar nuestra calidad de vida. La ingestión frecuente de alcohol, y el consumo de tabaco y drogas van a producir un deterioro importante en nuestro organismo. Pulmones, corazón, hígado, aparato circulatorio… pueden verse afectados, de manera irreversible.

Las campañas de sensibilización ante estas adicciones tienen gran importancia, pero no debemos olvidar que los adultos somos el modelo a imitar de niños y adolescentes, en el seno de la familia y en nuestro trabajo.

  • Bienestar emocional:

Nos permitirá afrontar los retos profesionales y personales que nos marquemos, mejorando la autoestima, desarrollando nuestras capacidades, y facilitando además las relaciones interpersonales.

  • Actividad social:

El relacionarnos con otras personas, nos mantiene activos, proporcionándonos un envejecimiento saludable. El aislamiento social puede producir un deterioro de las capacidades físicas y mentales.

 

Siguiendo las pautas anteriores, vamos a lograr una mejora en nuestra calidad de vida importante, que se traducirá en bienestar físico y emocional, proporcionándonos una vida más plena y feliz.

 

Última modificación: 06/03/2016 - 23:00